Atención a adultos

En el GAC consideramos adultos a personas de más de 25 años, edad que asegura que ya disponen de un repertorio amplio de actitudes, valores, habilidades y experiencias, con las cuales se van desenvolviendo en su vida laboral, social, familiar y personal.

Cuando el estado emocional habitual de estas personas es la tranquilidad y la calma, podemos asegurar que tienen buena calidad de vida y no necesitan de servicios psicológicos.

La situación es diferente cuando se encuentran en situaciones prolongadas de irritabilidad, enfado, tristeza o ansiedad. En estos casos, las personas consideran que están viviendo mal y pueden considerar la posibilidad de recibir ayuda de un profesional de la Psicología.

Introducción

La atención a personas adultas requiere de un conjunto de intervenciones que dependen de las características individuales y del contexto familiar, laboral o social en el que se desenvuelven de manera habitual.

Los servicios de atención a adultos del GAC tienen por objeto dar respuesta a las necesidades que no quedan cubiertas de manera eficiente por los recursos comunitarios disponibles. Como tales, constituyen un complemento o una alternativa a las atenciones que reciben por parte de otros servicios socio-sanitarios.

Nos hacemos cargo de cada situación problemática que afecta a los adultos de una manera totalmente individualizada y centrada de manera muy concreta en lo que necesita para recuperar su bienestar emocional.

La atención a adultos en el GAC

El desarrollo de los servicios que ofrecemos a personas adultas sigue, de manera habitual, la pauta siguiente:

  • Recepción de una solicitud de consulta, indicando el motivo de la misma y asignación de un profesional del equipo para una primera entrevista.

  • Inicio del proceso de recogida de información mediante una entrevista de valoración de la situación y la administración de cuestionarios que nos permitan conocer de manera rápida y fiable algunas características de la persona en consulta, así como las circunstancias de su entorno, que pueden contribuir a la explicación de su situación actual.

  • Análisis de la situación global, con elaboración de una posible explicación del problema.

  • Una vez acordada tal explicación se planifican un conjunto de acciones, que se exponen al cliente, indicándole el fundamento de cada una de ellas, su finalidad y el tiempo o número de consultas que se estiman necesarias para la resolución o mejora del problema consultado.

  • Por lo general, se inicia el trabajo con una consulta semanal durante cuatro semanas para continuar con una consulta cada dos semanas durante uno o dos meses y una consulta cada tres o cuatro semanas durante otros dos o tres meses.

  • Una vez alcanzado el objetivo inicial de éxito, que puede lograrse en un período de tres a cuatro meses en total, se procede a considera un alta inicial y se propone al cliente un seguimiento, presencial o telefónico durante los seis meses siguientes

El proceso de asistencia a adultos

Tal y como mencionamos anteriormente, en el GAC consideramos que las situaciones de malestar emocional habitual de las personas no se explican por ninguna patología física; esto es, no son daños en glándulas o tejidos del cuerpo humano los que explican por qué una persona se siente enfadada días y días, ni mantiene estados de ansiedad crónica, miedos recurrentes o fobias. Tampoco el estado depresivo se explica por patología alguna.

Los planteamientos oficiales de la Psiquiatría, que como rama de la Medicina estudia el funcionamiento del organismo, han llevado a ciertos profesionales de la Psicología a denominarse “Clínicos o Sanitarios”, asumiendo que su trabajo consiste en “curar” mediante “terapias psicológicas” o “psicoterapias” tales enfermedades.

Así pues, al comprobar que la conducta humana: los pensamientos, las emociones y el comportamiento motor, sólo son posibles mediante procesos físico-químicos, al observar pensamientos inadecuados recurrentes, estados emocionales alterados o acciones inadecuadas en determinadas personas, se ha considerado como explicación una enfermedad o patología que subyace a la observación.

La realidad es que nunca se han aportado evidencias indiscutibles de esta interpretación de la conducta alterada, excepto en algunos casos muy concretos (psicosis, toc, obsesiones-compulsiones, epilepsias,…) siendo los intereses de las multinacionales farmacéuticas quienes promueven y mantienen tal punto de vista.

En el GAC hemos adoptado un punto de vista no-patológico y por ello indicamos que “no tratamos enfermedades”, sino que tratamos con personas que tienen dificultades para regular sus pensamientos, controlar sus respuestas emocionales y tomar decisiones respecto a sus acciones, en diversos y diferentes contextos de su vida.

De acuerdo a este planteamiento, la metodología que seguimos, denominada “cognitivo conductual avanzada”, se centra en la enseñanza de habilidades al cliente que ha depositado su confianza en nosotros. A lo largo de varias sesiones, distanciadas brevemente en el tiempo, le ayudamos a identificar ideas o pensamientos que carecen de fundamento racional con las cuales interpreta su realidad, la valora como deseable o indeseable y reacciona con emociones que le producen malestar y le llevan a tomar decisiones que solamente cronifican o empeoran la situación. Con esta metodología, no terapéutica, sino didáctica, el cliente va poniendo en práctica los nuevos modos de pensar y de actuar y comprobando, día a día, entre sesiones que obtiene mucho mayor bienestar.

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